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miércoles, 27 de marzo de 2013

Relato gay: El novio de mi prima

Todo sucedió el jueves pasado en mi ciudad. Había salido a dar una vuelta con mis amigos, como de costumbre. Hicimos lo de siempre, nos bebimos unas copitas en mi piso y después salimos a dar una vuelta a los pubs de una conocida plaza. Entramos en un bar pequeñito, y aprovechado por
el dueño como pub, ya que por esa zona siempre anda gente joven... bailando me encontré casualmente con una prima que vivía en mi pueblo. Era una prima segunda con la que apenas tenía contacto, pero ya se sabe que cuando te encuentras con alguien en una ciudad que no es la tuya parece como si los lazos que te unen con la otra persona se estrechasen. Es una cosa curiosa. Estuvimos saludándonos y eso, lo típico. ¡¡¿qué haces por aquí?? Nada, yo estudio aquí... en fin, nada interesante. Un chico estaba con ella. Era alto, moreno, y vestía con unos vaqueros anchos y camiseta ajustada. Se veía que pasaba un buen ratito diario en el gimnasio. Me lo presentó, y seguimos hablando. El chico me contó que era de Sevilla, pero que venía a Cáceres a ver a su novia... y bueno, poco más. Lo que más me sorprendió es que ella me pidiera el teléfono, y me dijera que ya quedaríamos para tomar algo... Cuando volví con mi grupo de amigos empezaron a preguntarme que quién era
esa chica, que qué buena estaba... la verdad es que mi prima llama la atención. No es muy delgada, pero tampoco nada gorda, y lo que más llama la atención son sus tetas, que ella muestra orgullosa con generosos escotes. Seguimos bailando, y según avanzaba la noche lo hacía también nuestro estado etílico, que en el caso de algunos de mis amigos empezaba a ser preocupante. A las 3 de la mañana ya sólo quedábamos 3... Con todo esto, de repente mi prima y su novio se acercaron a mí y me despidieron, diciéndome que ya nos veríamos... lo típico. Los despedí y seguí bailando. Tras cambiar de bar un par de veces, ya nos encontrábamos bastante cansados, pero teníamos ganas de cachondeo así que seguimos bebiendo y bailando. De repente sonó mi móvil. Era un número desconocido. Aunque no tenía ni idea de quién podía ser, lo cogí. Era el novio de mi prima, diciéndome que dónde estaba, y que si me importaba que viniera a tomarse algo con nosotros, ya
que mi prima ya se había quedado dormida y él no tenía ganas de dormir y sí de tomarse una copa y bailotear un rato. Yo le expliqué dónde estábamos y a los 10 ó 15 minutos se presentó allí. Seguimos hasta las 6.30 de la mañana sin parar de bailar, y una vez que nos cerraron todos los bares decidimos irnos para casa. Como siempre, yo pensaba ir andando, pero el novio de mi prima dijo que había traído coche, y que nos acercaba. Sólo 2 de nosotros vivíamos lejos, así que mi otro colega se fue andando y él nos acercaría a los dos. Dejó a mi otro amigo, y ahora me llevaría a mí. Empezamos a hablar y me dijo que por qué no nos íbamos al piso de su novia a tomar algo antes de irnos a la cama. Entonces yo acepté, ya que me daba igual una hora más que una hora menos... Una vez allí, sacó una botella de ron y nos echamos una copa. Empezamos a
hablar de todo un poco, hasta que salió la conversación de mi prima. Me dijo que le encantaba, y que estaba muy bien con ella, pero que... no quería follar aún. Por lo visto llevaban 5 meses y ella se negaba, así que él tenía un calentón que no era normal. Además me dijo que era fiel, y que no sabía cuánto tiempo iba a aguantar... Yo le comenté que no tenía novia ni nada por el estilo, y que también llevaba un tiempo muy caliente. Entre desvaríos terminamos hablando de travestis, de si seríamos capaces de follarnos a un/a travesti... al final él terminó reconociendo que no le importaría. Los dos reíamos, presos de la situación de euforia que nos producía el ron. Para animar aún más la fiesta, habíamos puesto un canal de televisión en el que ponen porno por las noches, y yo me estaba calentando ya demasiado. Hubo un rato de silencio, que se vio interrumpido cuando él me dijo que si le importaba que se hiciera una paja. Yo me quedé extrañado, pues yo nunca hubiera hecho eso delante de un extraño, pero le dije que no me importaba, así que la sacó y empezó a acariciársela. yo le miraba de reojo, ya que me sorprendió que la tenía muy grande. Todo lo que estaba sucediendo me gustaba, y estaba empezando a
imaginarme encima de él, aunque no quería pensarlo, ya que a él no le gustaría la idea... eso pensaba yo. Yo estaba tan caliente que ya sin preguntar nada me la saqué también, y empecé a acariciarme. Pero casi sin darme cuenta comencé a mirarle a él, que miraba la tele con cara de vicio... entonces él me sorprendió mirándole, y me preguntó que por qué lo hacía. Yo estaba muerto de la vergüenza, y le dije que por nada. Sin mediar palabra, se levantó del sofá donde estaba y me dijo que si me gustaría tocársela. Yo estaba muy avergonzado, y casi sin mirarle asentí con la cabeza. Se colocó delante de mí, no sin antes ir a ver si mi prima dormía. Casi nos habíamos olvidado de ella, pero allí estaba, dormida profundamente mientras su novio se ponía caliente con un tío. Entonces, mientras se la tocaba, me preguntó que si alguna vez había hecho algo de sexo con un tío, y yo le contesté que sí. Me preguntó que si se la había chupado a alguno, y también le contesté
que sí. “Y por qué no lo haces ahora??” fue así de directo y tajante. Me la metió en la boca y empecé a chupársela despacio. Estaba muy caliente, y lo que ahora me apetecía es que me la metiera en el culo, así que no quería que se corriera. Entonces me aparté un momento y me bajé los pantalones del todo. Mientras le chupaba me acariciaba bien los huevos y el culo, sin querer tocarme la polla porque podía correrme en cualquier momento. De repente la sacó y me dijo “qué bonitos tus calzoncillos. Estaba pensando que, si no te importa, podías ponerte otra cosa más sexi”. Le dije que me pondría lo que me pidiera con la condición de que me follara el culo . Él puso cara de asombro, y con una sonrisa asintió. Fuimos a la cocina y junto a la lavadora encontramos un cesto donde se pone la ropa sucia que después va a la lavadora. Allí había un tanga de Cristina (su novia) y me preguntó que si me gustaba. Asentí, y me dijo que me lo pusiera. Él se fue al salón y
yo me quedé cambiándome allí. Era un tanga de color lila, y antes de ponérmelo lo olí. Me encantó y me puso aún más cachondo. Cuando salí al salón ya sólo llevaba el tanga, y él estaba sentado en el sofá con el aparato completamente tieso. Mi polla asomaba por la parte de arriba del tanga, y se veía que estaba chorreando. “estás caliente verdad?” me
preguntó. Le asentí. Le dije que ahora tenía que cumplir su parte del trato... y se empezó a reir. Se levantó y me dijo que me colocara allí a 4 patas. Entonces me acordé de la vaselina... no había!! Le pregunté que si tenía y me dijo que no. “entonces tendrás que seguir chupándomela...” la verdad es que creo que al principio no le hacía mucha gracia metérmela...
fui a la cocina y abrí la nevera. Había un bote con mantequilla, y yo ya sabía (por mi experiencia con pepinos etc.) que lubricaba muy bien. Se lo dije y me volví a colocar. Con cuidado me untó mucha en el culo, y me metió un par de dedos. Se colocó sobre mí y la empezó a meter. Gemía un montón, como si no hubiera follado nunca. Era muy grande y me estaba haciendo algo de daño, pero a la vez me encantaba. La metió de una sola vez, sin importarle mis pequeños grititos de dolor... cuando me la metió un par de veces ya me había corrido. Noté un chorro muy caliente salir de mi polla, y recogí con mis dedos lo que salía, chupándolo mientras sentía al novio de mi prima cabalgar cada vez más rápido dentro de mi culo. No dejaba de gemir, y me dio miedo que me escuchara, pero la verdad es que en ese momento me daba igual que nos pillaran, yo sólo quería que me follara bien. Tenía la polla muy grande, yo nunca había tenido algo así dentro. Tras un rato así
colocados me dijo que se iba a correr ya, y entonces le pregunté que si quería que se la chupara... me dijo que sí. y le dejé que terminara en mi boca. Yo ya estaba tan caliente que no me daba asco nada... se la limpié bien y me quedé sentado junto a él en el sofá. Entonces me dijo que me colocara boca arriba y subiera las piernas bien. Acababa de correrse y quería más... me coloqué sin quejarme, y me la intentó meter. Tropezó con el tanga de su novia, y; sin decir palabra lo rompió de un tirón. Entonces me empezó a follar así, mientras me miraba y me decía que si me dolía... yo le contestaba que un poco, pero que siguiera... “no voy a parar chaval aunque te reviente”... decía muchas obscenidades, que a mí me excitaban aún más. Tras un rato así le dije que yo también sabía moverme, que se sentara en el sofá, me subí sobre él y empecé a moverme deprisa. Tuve que parar para untar un poco más de mantequilla en mi culo y su polla para así poder moverme más
rápido. Mientras cabalgaba me la empecé a menear hasta que me corrí. La corrida le saltó un poco a la cara, y se la limpió con cara de darle asco... pero él estaba tan caliente que no se podía quitar. Cuando menos lo esperaba empezó a agarrarme fuerte de la cintura y a apretarme bien con su polla dentro hasta que se corrió. Dejó de moverse y me dijo que me quitara de
allí, y que me fuera, que aquello es como si no hubiera pasado. Yo le dije que ya lo sabía, que para mí tampoco había pasado. Me fui a mi casa y dormí desnudo, no sin antes hacerme una paja chupando el semen que aún salía de mi culo abierto... Por cierto, no he vuelto a verlos a ninguno de los dos, pero cuando la vea a ella igual me da un poco de vergüenza... jaja. Y me pregunto, qué habrá pensado al ver su tanga roto? Así termina mi segundo polvo con un hombre. Desde que terminé de follar estaba deseando escribirlo para que la gente que lo lea disfrute y se haga alguna paja...

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